
Hechos
Desde aquel fatídico 29 de octubre de 2024 en Valencia, han corrido rumores de todo tipo: que si abrieron embalses para inundarnos, que si fue un castigo, que si hay manos ocultas detrás.
Vamos a explicar qué sí ocurrió, qué no tiene ningún sentido técnico y qué podemos esperar de cara al futuro tanto en Valencia como en el resto de España.
✅ Lo que sí sabemos
La DANA descargó más de 200 litros/m² en apenas unas horas en zonas como Massanassa, Catarroja y Sedaví. Según el informe oficial de la AEMET, ese día cayeron entre 200 y 300 l/m² en buena parte de Valencia, acumulándose hasta más de 700 l/m² en Turís, o lo que es lo mismo, un volumen de agua de 70 centímetros de altura en una superficie de un metro cuadrado. Para que te hagas una idea, en Turís se midieron 771,8 l/m² en total, con un máximo de 185 l/m² en tan solo una hora. En poblaciones como Cheste, Chiva o Buñol se superaron los 400 l/m² acumulados en 24h.
El barranco del Poio no tiene ningún embalse ni azud que pueda abrirse o cerrarse para regular el caudal. Es un cauce natural sin capacidad de laminación. Según la Confederación del Júcar (CHJ), el medidor en el barranco del Poio, en su paso por la A-3, registró un pico de 2283 m³/s a las 18:55 h, cuando el sensor fue literalmente arrastrado por la furia del agua. La propia CJH estima caudales de 3500 m³/s en el barranco del Poio, 2500 m³/s en el barranco de la Saleta y 1500 m³/s en el barranco del Gallo. Estos últimos son además afluentes del barranco del Poio ¿Es esto mucho? El río Ebro tiene un caudal de 333 m³/s a la altura de Amposta, el río Nilo un caudal medio de 2830 m³/s. A esto hay que sumarle el cauce del barranco, donde la capacidad máxima a la altura de Torrent es de 3000 m³/s, a la altura de Massanassa 800 m³/s. Caudales que además no tienen capacidad de ser aumentados sin desvíos.
El agua cayó a plomo. La orografía, los colectores colapsados y el sellado urbano hicieron el resto.
❌ Lo que no tiene sentido
Durante la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunidad Valenciana, circularon numerosos mitos y desinformaciones que generaron confusión y alarma. Un estudio conjunto de la Universitat Politècnica de València y la Universidad Internacional de Valencia reveló que el 28% de los bulos sobre la DANA se originaron o difundieron a través de medios de comunicación considerados «serios». Esta situación pone de manifiesto la necesidad de una mayor responsabilidad y rigor en la información durante situaciones de crisis. ¿Los más sonados? Abajo algunos:
- «Abrieron los embalses»: ¿Cuáles? No hay ninguno en el Poio. No existía estructura alguna que se «abra» con intención.
- «Nos inundaron a propósito»: No hay ningún mecanismo técnico ni legal para eso.
- «Esto no había pasado nunca»: Los archivos del Consorcio de Compensación y la CHJ recogen eventos similares en 1987, 1997, 2007 y 2018. Lo excepcional fue la intensidad concentrada.
- «El Gobierno abrió las compuertas de la presa de Forata sin avisar.»: La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) desembalsó el agua del embalse de Forata debido a que superó su capacidad máxima. Este desembalse fue comunicado al Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana a las 16:55 horas del 29 de octubre.
- «La presa de Forata se rompió.»: No se produjo ninguna rotura en la presa de Forata. Las autoridades confirmaron que la infraestructura se mantuvo estable durante el evento
- «El desembalse de Forata causó las inundaciones en Aldaia.»: El agua del embalse de Forata desemboca en el río Magro, que sigue un cauce diferente al de la rambla del Poyo, que es el que afecta a Aldaia. Por lo tanto, no existe relación directa entre el desembalse de Forata y las inundaciones en Aldaia
Fue un evento hidrológico extremo: un barranco que suele estar seco se transformó en un tsunami interior. Ni magia, ni manos negras. Solo fuerza bruta de la naturaleza y un clima que se está volviendo cada vez más salvaje.

🔄 ¿Puede volver a pasar?
Sí. El cambio climático es una realidad. Mientras el urbanismo siga impermeabilizando el suelo, y los sistemas de drenaje no se adapten al nuevo clima, es cuestión de tiempo.
Los expertos lo advierten con claridad:
- El ingeniero Julio Gómez-Perretta, en Les Corts, advirtió: “no realizar las actuaciones hidráulicas pendientes … supondrá estar ‘condenados a repetir la DANA’ del pasado 29 de octubre ‘de forma periódica”.
- En el Senado, los ingenieros Teodoro Velázquez y Francisco Javier Sánchez Caro recordaron que sin presas, encauzamientos y sistemas automáticos de alerta, riesgos como los del Poio, Turia y otras cuencas seguirán presentes —si no crecen—.
- Desde el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, Adonai Herrera afirmó que con inversiones preventivas adecuadas se pueden mitigar impactos futuros, pero sin ellas, cualquier DANA extrema puede volver a ser devastadora.
- El meteorólogo Mario Picazo, lo resumió: “las DANA serán más frecuentes e intensas, y podrían ocurrir en lugares donde antes no las veíamos”
Los modelos ya lo habían sugerido: el sistema europeo EFAS estimaba hasta un 17% de probabilidad de un evento grave en 20 años, pero la magnitud real fue mucho mayor. Esto demuestra la dificultad de prever con exactitud la intensidad y el lugar de impacto, sobre todo en cuencas pequeñas como la del Poio. La climatología mediterránea ha creado el caldo de cultivo para que las DANAs vuelvan, con más frecuencia e intensidad.
No es necesario que haya un río o barranco justo al lado de tu casa para que se produzca una inundación. Cuando cae muchísima agua en poco tiempo, ningún sistema de alcantarillado —por muy moderno que sea— puede recogerla toda. Lo hemos visto en Alicante, Zaragoza, y otras poblaciones este año: calles, garajes, bajos inundados, cuando la lluvia sobrepasa lo que la infraestructura puede soportar.
Y no todas estas tormentas torrenciales son DANAs, pero da igual si lo que se avecina es una DANA o una tormenta local fuerte: lo que importa es estar preparado. No es una conspiración, es un patrón, el riesgo no ha pasado. Y por eso, en antidana, no vendemos miedo: vendemos prevención.
